Compartida, la vida es más.

Hagamos un trato; prometo cuidarte, quererte como la que más, y ayudarte. ¿Que te pido a cambio? te pido que estés conmigo para siempre. Ese es el trato.
Si la vida se trata de compartirla, quiero compartir la mía contigo, para siempre. Porque tú eres mi vida, desde el principio al fin. Porque si tú no estás, yo desisto. Porque te quise, te quiero, y querré, te lo juro, pase lo que pase. Porque para mi corazón basta tu pecho. Porque "siempre" es un sí que nunca termina, yo quiero ese sí junto a ti. Tú ¿mi amiga? No, mi hermana.

Vidas que regalar.

Tienes una vida preciosa por vivir, y muchas personas con las que compartirla.
Que sí, que esta vida es una mierda, que muchas veces da asco, y muchas veces pensamos, ¿para que sirve nuestra vida?, sirve para dedicársela a los demás. De nada sirve tener una vida para vivirla tú sola. Hay gente que te quiere, y que está a tu lado siempre, aunque no los veas, porque lo que está contigo es su corazón; un corazón puro que se dedica precisamente a ti. ¿Aún no sabes que hacer con tu vida? Dedicarsela a esas personas, sonriéndoles, se mueren por ver tu sonrisa. Apoyándolos, queriéndolos, ayúdandoles, tendiéndoles tu mano.

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Si no te gusta verme sonreír, lo siento mucho cariño, pero o miras para otro lado, o te jodes.

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Que difícil es construír la confianza, y que poco se tarda en destruírla.

La clave de muchas situaciones está en confiar, en dejarse llevar, alejarse de atadurías. Pero nunca olvides, que algo que parezca "lo más tonto" puede acabar con todo, llevarse la confianza, y dejarte sin palabras.