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No soy de esas facilonas que se dejan vencer fácilmente por imbéciles y creídos como tú. 

No pretendas hacer de mi algo que no vas a lograr, que sea una de esas muñecas controladas, por que yo soy como soy, y si no te gusta no le eches azúcar, me dejas tal y como estoy, por que yo soy feliz conmigo misma, y aunque a veces me indigna mi manera de actuar, se me pasa, y me doy cuenta de que el problema eres tú, no yo, de que la culpa de que me decepcione a mi misma es tuya no mía, asique esto se acabó, soy como soy, no hay más comas, hay un punto final, que es este. 

Gracias por ayudarme a ver que el que fallaba aquí eras tú.