lunes, 31 de octubre de 2011

La vida sigue, y los motivos por los que sonreír no terminan.

Unas veces te caes, y otras te tiran, pero te tiren o te caigas, tienes que levantarte, seguir, y sonreír.
Levanta la cabeza, bien alto, y mira a los que te tiraron por encima del hombro, sin miedo, no les debes nada. Y los que quieran verte sonreír dedícales la mejor de tus sonrisas, estarán orgullosos de ti.

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